BIOGRAFÍA PIERRE FAURE

En 1904 nace en Pessac (Gironda), Francia, el 11 de Mayo, Pierre Faure. Realiza sus estudios de enseñanza media en el Colegio de San José de Tívoli (Bordeaux), obteniendo el título de bachillerato en ciencias latinas y matemáticas. Obtiene más tarde la licenciatura en química general.

En 1921 (a los 17 años) ingresa en la compañía de Jesús y en 1926 (a los 22 años) realiza su servicio militar en Siria. Es Profesor en la Universidad de San José en Beirut (Líbano), y en el colegio de Sarlat, después de su regreso a Vals, donde pasa tres años estudiando teología y filosofía.

El 25 de Agosto de 1935 (a los 31 años) es ordenado sacerdote y en 1936, crea una Secretaría para la Educación que se convierte enseguida en el actual “Centro de Estudios Pedagógicos” (París), y colabora en tres revistas: una para padres de alumnos (Aux Parents), otra que servía de lazo de unión entre los centros de secundaria franceses y una tercera propiamente pedagógica, para el público, que se edita desde 1945, hasta hoy.

En 1940 (a los 36 años) organiza cursos y sesiones pedagógicas para la formación del profesorado. En ese momento entra en contacto con Madame Helene Lubienska de Lenval, quien colabora con él en estos cursos y trabajan durante mucho tiempo.

Fue precisamente Madame Helene Lubieska de Lenval quien lo ayudó en la puesta al día de cierto número de obras pedagógicas editadas por primera vez por ediciones Spes; trabajo bastante científico de lingüística con aplicación pedagógica para los niños, permitiéndoles el aprendizaje simultáneo de la lectura, escritura y ortografía, de forma activa y personal.

En 1945 (a los 41 años) funda la revista “Pédagogie”, de la que es Director hasta 1972 y en 1946 organiza un grupo de maestros y maestras para abrir un colegio cerrado durante la guerra. Siempre en colaboración con Mme. Lubienska, organiza un curso de formación de 20 días. Más tarde el Centro de Estudios Pedagógicos tuvo que instalarse en una dependencia de la escuela Saunt Louis David.

A partir de esta fecha las sesiones pedagógicas se multiplican por toda Francia y el extranjero. La originalidad de estos cursos (15-20 días a un mes) fue la de haber utilizado, desde su comienzo, las clases prácticas con los niños para poder seguir su evolución y caer en la cuenta (en el plan pedagógico) de los instrumentos de trabajo necesarios para que el alumno pueda asumir PERSONALMENTE el trabajo e intercambiar el fruto del mismo con sus compañeros.

En 1949 (a los 45 años) funda una segunda escuela normal para educadores en Neuilly, asociada a la primera: “Centre de Formation Pádegogique” de Neuilly, que continua hoy en activo.

Ya en esta época tiene a su cargo la cátedra de psico-pedagogía y metodología de la Universidad Católica de París.

Para 1956 (a los 52 años) crea en la Universidad Católica de París una tercera Escuela Normal para profesores de enseñanza especializada y en 1963 (a los 59 años) es nombrado director de los cursos de formación de base para educadores, del Departamento de Pedagogía de la Universidad Católica de París.

En 1971 (a los 67 años) crea una Asociación Internacional que reagrupa a los profesionales de la enseñanza, inspirados en su pensamiento: (A.I.R.A.P.). Gracias a ésta asociación, su acción pedagógica ha podido multiplicarse a través de los miembros integrados a ella y cuyos representantes ya están en muchos países.

En el curso de 1972 se celebraron 11 sesiones: en 1973, 15 (en Francia, España, Brasil, México, Beirut, Canadá, Bogotá, Santo Domingo y Venezuela); en 1974 alrededor de 20, repartidas igualmente en los respectivos países. En todas ellas se intenta promover una pedagogía que tiene como objetivo la formación total del niño y del adolescente de hoy, en una perspectiva humanista y espiritual, personalista y comunitaria.

“Pierre Faure estudia los signos de los tiempos y, como todo buen pedagogo, critica la escuela existente, se pregunta por su misión y trata de recrearla. Hombre ecléctico, recoge ideas y experiencias para responder al reto de nuestro tiempo. Su línea de trabajo se centra en las corrientes de la educación activa; revisa la escuela nueva, rechaza todo extremismo y trata de evitar los desequilibrios que producen generalmente las reformas educacionales.

Su planteamiento es esencialmente realista, aunque no pragmático. En las sugerencias para la innovación valora cuidadosamente todos los aspectos de la vida escolar. Es tan importante para él la continuidad y universalidad de la educación en las estructuras de la enseñanza como el espacio, el tiempo dedicado al trabajo personal, la relación alumno profesor, el material, las actividades extraescolares, etc. Nada es insignificante en una tarea donde los factores decisivos son múltiples e interdependientes”.


Tomado del libro:

Anne-Marie Audic “Pierre Faure, S.J. 1904-1988. Hacia una pedagogía personalizada y comunitaria” Universidad Iberoamericana 2007, León, México.